Vivimos en un mundo donde se han creado deberes y derechos
que beneficien a la “mayoría”, la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(DUDH), por ejemplo, a los cuáles todos debemos tener el goce de éstos sin
distinción de raza, sexo o nacionalidad, sin embargo estos derechos pocas veces
se cumplen para todos. Como dicen por ahí, el papel aguanta lo que le escriben,
es gratificante saber que los humanos tienen derechos que les respalden, es
triste darse cuenta que esto no siempre es así.
Hoy escribiré sobre el derecho a la Libertad de Prensa.
Primero partamos del hecho que todos y todas tenemos derecho a la Libertad de
Expresión, “Todo
individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho
incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y
recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de
fronteras”, esto según el artículo 19 de la DUDH.
A partir de ese derecho de
libre expresión que todos debemos poseer, los periodistas, comunicadores y medios
de comunicación tienen derecho la libertad de prensa basada en la libertad de
opinión; es decir, consiste en que los periodistas y los medios de comunicación
pueden expresar libremente sus pensamientos y emitir sin restricciones las
noticias que elaboran.
La realidad es que por lo
menos en El Salvador se vive una libertad de prensa parcial, en pocas palabras una
“Libertad de Prensa a medias” posicionándose para este año en el número 39 del
mundo en un estudio realizado a 197 países por Freedom House.
El periodismo no atraviesa
por sus mejores tiempos, al contrario se ha visto fuertemente atacado por la
guerra, la delincuencia, la violencia y la influencia de la política en los
medios de comunicación.
03 de Mayo, Día de la Libertad de Prensa.
Se ha callado la voz de 600
periodistas en los últimos 10 años, se ha intentado silenciar la verdad matando
a gente inocente que solo cumple con su deber como profesionales de la
información y comunicación.
No es fácil trabajar en un
campo de batalla donde en cualquier momento puedes morir pero tampoco lo es en
un país donde los niveles de violencia y delincuencia aumentan cada vez más.
El estado debe de crear
políticas y leyes que favorezcan a los periodistas, sin embargo muchas veces
son leyes creadas en vano sobre todo cuando los más pudientes se ven envueltos
en escándalos de cualquier índole y que se hace “obligatorio” para un
periodista no publicarlos, por el bien de su vida y su familia.
No puede haber una libertad
de prensa, ni de expresión, ni de opinión en un mundo que pareciera
permanecerle a unos pocos mientras el resto de la humanidad de esclaviza, no se
puede.
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